-Por José María Fresneda, Secretario General de ASAJA Castilla-La Mancha.
El Gobierno regional está elaborando un Plan Estratégico del sector vitivinícola de Castilla-La Mancha que pretende tener sobre la mesa antes de que finalice el año. Desde luego, la región que produce la mitad de todo el vino de España y el siete por ciento del mundo, tiene que tener definida una estrategia y adelantarse a los retos y desafíos del futuro. Y, desde ASAJA CLM, estamos trabajando para que los intereses de los productores estén recogidos en ese plan con el fin de mejorar su rentabilidad y su competitividad de cara al futuro.
Una de las patas cojas de este sector en la región, es que se ha anclado en los mercados de volumen en vez de en los de valor. Durante años, se ha apostado por la cantidad más que por la calidad. Pero el futuro del vino no estará en el granel, sino en construir marcas. Por eso, hay que dar la vuelta a la tortilla, y centrarnos ahora en vender los excelentes vinos con los que ya contamos.
Para conseguirlo, el primer paso es implantar definitivamente el pago por calidad. La uva vendimiada se puede valorar según parámetros analíticos obtenidos a la entrada de la bodega, que afectan a azúcares, ácidos orgánicos, compuestos fenólicos y compuestos aromáticos. También hay que evaluar el estado sanitario de la vendimia, porque puede provocar descomposiciones o alternaciones de los compuestos principales, quiebras fermentativas… que limitan la calidad deseada. Claro que, para ello, no solo consiste en producir la mejor uva, sino que, además, las bodegas y cooperativas deben cualificarse para poder clasificar la calidad de la uva que reciben, de tal manera, que la retribución que reciba el viticultor venga definida por esos parámetros.
Por otro lado, y para poder hacer una buena estrategia, necesitamos potenciar la innovación, la investigación y el conocimiento sobre nuestros viñedos. Se requiere caracterizar las explotaciones vitivinícolas, utilizando los sistemas de información geográfica (SIG), de tal forma que ayude a la toma de decisiones para mejorar y modernizar el viñedo regional, identificando áreas viables sin comprometer los objetivos de conservación medioambiental. Teniendo un conocimiento preciso de los comportamientos agronómicos de las variedades y patrones y de las prácticas de cultivo oportunas, lograríamos resultados cualitativos de mayor nivel comercial.
Otra asignatura pendiente, es la planificación de las campañas para acertar en la toma de decisiones. Para ello, es necesario ajustar las previsiones anuales de producción y, sobre todo, orientar la producción, es decir, trabajar desde el origen para un destino definido: mostos, vinos, vinagres, alcoholes…, en función de lo que demanda el mercado. Y, por supuesto, hablando de origen y destino, no nos olvidemos de la importancia de hacer un seguimiento exhaustivo de la trazabilidad de la uva y de todos sus productos derivados.
Muy importante es también prepararnos para los desafíos de futuro. El cambio climático y la disponibilidad hídrica reducida o limitada deben estar presentes a la hora de establecer una estrategia. Para ello, hay que caracterizar la respuesta adaptativa a condiciones límite del material vegetal en el cultivo y desarrollar modelos vinícolas que permitan aplicar técnicas agronómicas del cultivo del viñedo sin comprometer los objetivos de la conservación del medio natural.
Anticiparse a otros territorios vinícolas en la lucha contra el cambio climático y vincularlo a la imagen y el marketing ganaría posiciones en los escaparates nacionales e internacionales. Castilla-La Mancha, como la región más comprometida social y ambientalmente, sería, sin duda, un gran lema al que acogerse.
Para terminar, y dejando aún muchos aspectos en el tintero, recordamos otro de los retos del medio rural: la despoblación. Se ha demostrado que la presencia de viñedo e industria vinícola fija y aumenta la población. Así pues, todo lo que hagamos es poco para potenciar un sector que, indudablemente, tiene un notable peso socioeconómico y representa un gran valor regional.