Existe un submundo, bajo los principios básicos y objetivos específicos que envuelven los planes de Desarrollo Rural que enturbian la verdadera razón de ser de estos planes y programas. Me refiero a esas otras actuaciones de índole político o legislativo que restan protagonismo a los principales actores de esta obra: los agricultores y sus pueblos.
Los productores tienen que planificar las campañas y usos de sus explotaciones. En muchas ocasiones, la rentabilidad de las mismas depende del apoyo económico de las Administraciones. Por ejemplo, la producción ecológica, que por sus estrictos requisitos y controles, resulta más cara producir que de manera convencional.
Esta dependencia provoca una demanda de información pública de lo que se cuece en los aspectos relativos a la elaboración del Programa de Desarrollo Rural (PDR) en Castilla-La Mancha. En esta ocasión, apenas hemos podido conocer de él a través de las filtraciones en prensa, un par de reuniones (más de portada que técnicas) y el esfuerzo de la Organización Agraria por encontrar información.
Curiosamente una de las filtraciones han sido las 41 páginas que la Comisión Europea ha remitido a Castilla-La Mancha, con las 319 observaciones al PDR enviado desde la región a finales de julio.
Y ya terminando noviembre es cuando llegaron estas observaciones que, mayoritariamente, se han referido a la falta de transparencia y de consulta pública con los agentes sociales.
Así, el tiempo administrativo y la dudosa interlocución han hecho sombra a lo verdaderamente importante, el propio PDR.
Los agricultores demandan que se detalle cuál es la situación actual del desarrollo de este programa y si se aprobará con tiempo suficiente para que puedan acogerse a las ayudas convocadas antes de que finalice el plazo de solicitud de la PAC 2015, que concluirá el próximo 15 de mayo.
Por todo ello, también recobra importancia la ficha financiera. Hemos conseguido leer la cuantía global, pero desconocemos los distintos destinos en los que se repartirá.
Igual tenemos que lamentar la elaboración, pero no por ello dejaremos de actuar para participar en el desarrollo del mismo. Algo que, desde luego, forma parte del lenguaje de ASAJA de Castilla-La Mancha. Como Organización Agraria nos vemos en el querer y en el deber de comunicar los intereses que demanda un sector que habla continuamente con los profesionales de su OPA. Y son ellos, cualificadamente preparados, quienes plantean las propuestas que después presentamos en las mesas de las reuniones. Posiblemente estos profesionales, junto con los funcionarios del ramo, sean el mejor equipo para elaborar un Programa que recoja los intereses de los productores y sus pueblos, no una empresa externa.
Es muy simple. Se trata de gestionar, no de seguir gestionando en el futuro. Se trata de construir hoy un sector que ha de ser mimado por todos. Por todos los que agradecemos comer alimentos sanos y seguros. Con frecuencia olvidamos que no todo el mundo tiene acceso a una alimentación de calidad.
Por José María Fresneda Fresneda, Secretario General de ASAJA Castilla-La Mancha
Artículo publicado en la Revista Aquí