Los destrozos llegan cuando la comarca se disponía a comenzar la vendimia
El pedrisco y las fuertes lluvias que han caído esta semana en la zona de La Manchuela conquense han causado graves destrozos en los viñedos de los municipios de Quintanar del Rey, en la zona colindante a Tarazona de la Mancha y a Casasimarro, y en núcleo urbano y alrededores de este último municipio. La organización agraria Asaja de Cuenca alerta de que algunas parcelas tienen daños en el 100% de la superficie, presentando fuertes defoliaciones, impactos sobre los racimos, caída de granos al suelo e incluso lesiones en los sarmientos y en la madera. En estos momentos se trabaja para obtener una estimación de las hectáreas afectadas y el porcentaje de daños, si bien los perjuicios son muy variables de una explotación a otra.
La fuerte tormenta registrada en la tarde del miércoles dejó sobre La Manchuela cantidades de agua que llegaron a los 35 litros/m² en Quintanar del Rey y entre 40 y 70 litros/m² en Casasimarro. La situación es todavía más preocupante al tener en cuenta que la comarca se encontraba a las puertas de la vendimia: ayer jueves la cooperativa quintanareña abría sus puertas para que los viticultores empezaran a entregar uva. En las próximas semanas se valorará si estas inclemencias tienen más o menos repercusión en la cosecha de uva.
En cuanto al inminente comienzo de la vendimia, Asaja de Cuenca considera fundamental que se fijen los precios antes de que las bodegas empiecen a recibir uva, al igual que ocurre con otras producciones y evitando cualquier presunta práctica desleal por parte de la industria. Esta medida es imprescindible para que no se repitan situaciones que se han dado en campañas anteriores, en las que los agricultores entregan el fruto sin conocer cuánto cobrarán por él. Además, esta organización insiste en que los precios deben estar por encima de los costes de producción que se han disparado en los últimos años. Por lo demás y en general, las previsiones de la vendimia en la provincia conquense, que empieza con cierto retraso, son optimistas en cuanto a producción y calidad de la uva.