-ASAJA de Castilla-La Mancha solicita la ampliación del plazo de ejecución de reestructuración de viñedo por los retrasos ocasionados por la climatología
Los técnicos de ASAJA de Castilla-La Mancha han hecho una primera valoración de los daños ocasionados por las lluvias y las tormentas de la última semana en la región que han llegado a afectar, en algunas zonas, hasta al 100% de las cosechas. No obstante, la organización agraria asegura que aún es pronto para realizar una estimación exacta de los daños y las pérdidas que supondrán para el campo castellano-manchego.
Además, las condiciones meteorológicas han obligado a los viticultores a retrasar las labores de preparación de suelos y plantación para poder llevar a cabo la reestructuración y reconversión de viñedo, dentro del Programa de Apoyo 2014-2018. A ello, hay que añadir el retraso en la emisión de las resoluciones de autorizaciones de plantación en aquellos expedientes de reestructuración de viñedo ubicadas en Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA).
Por este motivo, desde la organización agraria emitieron un escrito a la Consejería de Agricultura para que ampliaran el plazo de ejecución de las operaciones, que está fijado para el próximo 15 de junio, con el fin de que los viticultores puedan terminar sus labores en tiempo y forma y sin riesgo a perder sus ayudas. Desde la organización confían en que la Consejería sea sensible a los intereses y necesidades de los agricultores y atiendan su solicitud en los próximos días.
En cuanto a los daños por el pedrisco, según los técnicos de ASAJA CLM serán muy variables, afectando entre el 20 y el 100% de las parcelas, sobre todo, por el grado de desarrollo fenológico en el que se encuentra en estos momentos el viñedo u otros cultivos como el cereal, los frutos secos, hortícolas o el girasol.
Por provincias, en Albacete, uno de los términos más afectados por el pedrisco ha sido La Gineta, con porcentajes que oscilan entre el 30 y el 70% en cultivos como el cereal o las hortícolas.
Además de estos cultivos, se han producido graves daños por pedrisco en la viña, el almendro o el pistacho en municipios como Bonete, Alpera, Higueruela, Pétrola, Chinchilla, Villavaliente, Casas de Ves, Balazote, Alcalá del Júcar o La Roda.
En Ciudad Real, solo en la zona de Socuéllamos y Tomelloso, se han visto afectadas entre 1.000 y 1.500 hectáreas de viñedo. Y, en menor medida, las tormentas han afectado a localidades como Membrilla o Villarrubia de los Ojos.
En la provincia de Cuenca, los principales daños que se han producido como consecuencia de las trombas de agua, han sido el desbordamiento de arroyos y ramblas provocando destrozos en caminos y parcelas. La fuerza del agua ha provocado el arrastre de tierras y ha perjudicado gravemente al cereal y al girasol recién sembrado. Además, se han visto afectados por las tormentas otros cultivos como la viña, el ajo, las leguminosas y la colza.
En cuanto a los municipios conquenses más afectados, cabe destacar Almodóvar del Pinar, Monteagudo de las Salinas, Iniesta, Castillejo de Iniesta, El Peral, Las Mesas, Aliaguilla, Casas de Haro, San Clemente, Arrancacepas, Cañaveras, Zafra de Záncara, Motilla del Palancar, Las Pedroñeras, Torrebuceit, Villalpardo, Villarta, Minglanilla, Cañada del Hoyo y Portalrubio.
Más suerte ha corrido la provincia de Guadalajara en cuanto a daños por pedrisco. En los municipios de Montarrón y Aleas, ambos de la zona de Cogolludo, sí que se han detectado daños en cebadas y leguminosas, pero por Torrecuadrada de Molina, la siembra aún está bastante verde y, de momento, no se han detectado excesivos daños.
No obstante, el mayor problema que encuentran los técnicos de la organización es que no se podrá sembrar el girasol hasta que mejoren las condiciones meteorológicas.
Por último, en Toledo, el municipio más afectado ha sido Santa Cruz de la Zarza con una fuerte tormenta de granizo y agua dejando parcelas totalmente anegadas. Se estima que los daños hayan alcanzado 350 hectáreas afectadas de cereal, leguminosas y viñedo con parcelas con pérdidas de hasta el 100% de la cosecha. También en Méntrida se han visto afectadas parcelas de viñedo, aunque, de momento, no se han detectado grandes daños.