Actualidad

JASP

Jueves, 11 de diciembre de 2014

¿Os acordáis de aquel acrónimo? JASP: Joven, aunque sobradamente preparado. Así rezaba el anuncio publicitario del Renault Clio a mitad de los noventa. Pues exactamente así son nuestros jóvenes agricultores, sobradamente preparados. Una nueva generación cualificada que regresa de la ciudad al campo del siglo XXI.

Es curioso que en el sector agrario, a diferencia de en otros asuntos de la vida, el corte estipulado para considerarse joven se establece a los 40 años. Así queda patente en los requisitos a cumplir para poder recibir una de las ayudas más necesarias en el sector, las de incorporación a la actividad. Y es que la gran inversión requerida para dedicarse a esta profesión necesita de políticas de apoyo para permitir la viabilidad económica de los proyectos y desarrollos empresariales.

Volviendo a las ayudas, noviembre ha sido el mes que ha acogido el “I Congreso Nacional de Jóvenes Agricultores y Ganaderos” organizado por ASAJA, donde la Consejera de Agricultura  recordaba que la convocatoria de 2014 contaba con un presupuesto inicial de 10 millones de euros. También repasaba que, en años anteriores, la partida inicial se había incrementado para poder llegar a más jóvenes. Así anunciaba a modo premonitorio lo que al día siguiente, durante el acto de clausura, fuera el gran titular de prensa en palabras de la Presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal: “las ayudas a la incorporación de jóvenes a la actividad agraria se elevarán hasta los 22 millones de euros”. Suena bien, pero lo importante no es la música sino que sean suficientes para cumplir los objetivos de rejuvenecer el campo beneficiando a unos 600 jóvenes para que se pongan por primera vez al mando de una explotación agraria, como explicaba la Presidenta.

En el Congreso también hubo otros momentos interesantes como  la presentación de las propuestas sobre la aplicación de la nueva Política Agraria Comunitaria (PAC). Un decálogo que incluía medidas destinadas a favorecer el relevo generacional, el acceso a la tierra y el apoyo financiero. Este último punto me recuerda que recientemente leí las declaraciones de un directivo de banco explicando que “las entidades financieras ahora acuden al sector primario para captar recursos de los agricultores y de las cooperativas porque hay una Política Agraria Común estable para una serie importante de años”. Dicho de otro modo, nuestros agricultores aportan mucho, y digo mucho, beneficio al sistema financiero, además de la fama de buenos pagadores de sus deudas que les persigue. Pues bien, no quiero ser alarmista, pero confío en que las  atractivas medidas y las políticas no desemboquen en otra burbuja en este país. Suficiente con las consecuencias que estamos pagando.

El decálogo también detallaba otras propuestas como evitar la excesiva burocratización y el retraso en el cobro de las ayudas, dar preferencia a los jóvenes en los programas de desarrollo rural y apoyar el acceso al mercado.

Un mercado al que, convencido estoy, llegarán mucho más fuertes y competitivos nuestros jóvenes, como así se extrae de las impresiones que han dejado los asistentes al Congreso. Los JASP agricultores vienen pisando fuerte en modelos de producción tan interesantes como los que marcan los objetivos de la política comunitaria. La optimización de recursos, la sostenibilidad, el bienestar animal y otros muchos conceptos que no sólo nos garantiza el respeto al medio ambiente, sino que también nos aporta la seguridad de los alimentos que comemos. Y sus producciones accederán al mercado de forma competitiva porque cuentan con una gran oportunidad, la que ofrecen las nuevas tecnologías. Con smartphones en mano pueden conseguir información a tiempo real de los mercados, imprescindible para orientar sus producciones. De ahí la importancia de que la Administración predique con el ejemplo lo que promulga, la transparencia, y aplique políticas que contribuyan a esclarecer y a equilibrar la famosa cadena alimentaria. Porque algo no ha de funcionar cuando los precios agrarios no cubren los costes de producción.

Termino repitiendo las palabras de Paola del Castillo en el Congreso, una joven ganadera de retinto y coordinadora de la sectorial ASAJA-Joven: “no solamente la recuperación de una tradición, un patrimonio y un sector económico fuerte como es el agrario, sino que además, hoy se ha sembrado la ilusión, las ganas de trabajar y la motivación por la agricultura y la ganadería. El sector primario ha despertado en España llamado por la nueva generación”.

José María Fresneda Fresneda, Secretario General de ASAJA Castilla-La Mancha

Artículo publicado en la Revista Aquí



Comparte:


Subscripción Newsletter

Suscríbase a nuestro newsletter indicando su cuenta de correo.