La Agrupación de Ganaderos de la Sierra Norte de Guadalajara ha manifestado públicamente su “profunda preocupación” por el aumento en el número de explotaciones positivas de tuberculosis detectadas en las campañas de saneamiento oficial, y han pedido a la Administración regional una mayor investigación de la enfermedad y el control de la fauna salvaje.
El presidente de la agrupación, Juan Arenas Bris, ha informado de la remisión de un escrito y más de 60 firmas, al consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, así como al director provincial en Guadalajara, Santos López, la directora general de Agricultura y Ganadería, Cruz Ponce y el viceconsejero de Medio Ambiente, Agapito Portillo.
Los ganaderos calculan pérdidas por más de 2,5 millones de euros, más de 800 reses sacrificadas desde el año 2013 al 31 de diciembre de 2016, aproximadamente, en una provincia con unas 8.000 vacas, y temen por el futuro del sector porque “no pueden sobrevivir”. Según el vicepresidente de la Agrupación, Francisco García, esto es “un dineral” y es la ruina del sector ganadero de vacuno de la provincia”, ha afirmado.
En el escrito, los ganaderos solicitan que la Administración regional mejore las pruebas de diagnóstico de la enfermedad y se investigue de donde pueden venir los brotes dado el alto índice casos que se dan, y que inicie un estudio sobre su contagio porque si no es así “se perderá el medio rural”. Según Arenas, se están dando casos de explotaciones que están dando positivo sin tener contacto físico alguno con el ganado de otra que lo haya dado, e insiste en que se investigue porque llevan veinte años sin tuberculina y desde el 2013 “ha empezado otra vez, tras insistir en que la prueba que se hace se puede resumir en matar moscas a cañonazos”, ha dicho.
Control a la fauna salvaje
Los ganaderos insisten en que se debe controlar la fauna salvaje porque está demostrado que es un reservorio de la enfermedad, pero “mientras nosotros matamos vacas, este tipo de fauna aumenta día a día y convive con nuestros animales”, además, según Arenas, en la comarca de la Sierra Norte no hay fincas valladas que les permitan poder tener su ganado aislado.
Los ganaderos exigen también a la Administración que realice una valoración adecuada de los animales que se sacrifican, pues según dicen, con la actual y lo que pagan los mataderos por las canales “no cubrimos el coste de reposición de animales”, ha afirmado Arenas. Igualmente creen que las indemnizaciones deben realizarse de forma “inmediata” a cuando se produce el sacrificio de la res; piden que sólo se tengan que sanear los animales afectados y no el cien por cien de la explotación.
Sacrificar en Toledo
Otro problema que ven es que los animales que dan positivo tengan que llevarlos a sacrificar a Toledo cuando tienen mataderos autorizados más próximos a su explotación, aunque en otra comunidad, pero les supondría un menor coste.
Además, piensan que las pruebas actuales no son suficientes y “te dicen desde la Administración que las pruebas son oficiales y esto no lo levanta nadie”, ha señalado el vicepresidente, quien considera que el sector está “totalmente indefenso”.
Por todo ello, este colectivo ha asegurado que no se niegan a realizar el saneamiento ni el sacrificio de los animales positivos, pero piden a las Administraciones Públicas que atiendan sus solicitudes porque en caso de no hacerlo esto puede suponer la “desaparición” de muchas de ellas y, por tanto, también el abandono de los pueblos de muchas familias que ahora residen. Por último, los ganaderos reclaman a la Administración que sea “más permisible” con el sector y solicitan una nueva reunión y que “se le mueva la conciencia porque luego dicen que el medio rural se muere, y parece que es lo que están deseando”, han apostado desde la Agrupación de Ganaderos.