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Entre Eurobarómetros anda el juego. Por José María Fresneda.

Viernes, 14 de marzo de 2014

El 94% de los ciudadanos españoles que han participado en el sondeo del Eurobarómetro sobre la PAC que ha publicado la Comisión Europea considera como “importante” para nuestro futuro la agricultura y las zonas rurales. No podía ser de otro modo. España es un país eminentemente rural, y sería un tanto absurdo que no fuéramos conscientes, después de la crisis del ladrillo, de que el campo es una de las grandes opciones económicas con las que cuenta este país.

Y la cifra es aun más interesante teniendo en cuenta que, para los ciudadanos europeos, la importancia se refleja en un 92%, dos puntos porcentuales menos que los entrevistados españoles.

También llama la atención que, en los aspectos preguntados, dentro de nuestras fronteras apoyamos incluso más los objetivos de la Política Agrícola Común (PAC) que los propios europeos,  ya se trate de garantizar el suministros de productos alimenticios, de desarrollar las zonas rurales de modo más equilibrado o de sostener a los jóvenes agricultores.

Donde parece que las cifras bailan más es el tema de las ayudas. Una mayoría de los ciudadanos de la UE son favorables a dicha ayuda y a la parte que esta representa en el presupuesto de la UE. El 45% opina que el importe de dicha ayuda es adecuado, frente al 26%, que lo considera demasiado bajo, y a al 13%, para el que ese importe es demasiado alto.

En cambio, para la mayoría de los españoles, un 41%, el apoyo económico a los agricultores para ayudarles a estabilizar sus ingresos es demasiado bajo. Sólo un 32% lo considera como correcto y un 8% que es demasiado alto.

Cifras aparte, cada vez hay más conocimiento de que la PAC beneficia a todos los ciudadanos de la UE. El propio Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Dacian Ciolos, declaraba que “estos resultados confirman la importancia que los europeos conceden al apoyo a la agricultura y a las zonas rurales y ponen de manifiesto también la grandísima simbiosis entre las orientaciones de la PAC reformada y las expectativas de la sociedad civil”.

Ahora bien... ¿Cómo se percibe la PAC fuera de las fronteras comunitarias? Pues la visión no es tan halagüeña, y si no, saquen ustedes mismos la conclusión después de leer esta pequeña anécdota:

En plena negociación del nuevo acuerdo comercial con la UE, los americanos que saben que juegan en otra división, no pueden evitar reír a carcajadas cuando observan la deriva de la PAC en Europa. Esta semana, un ingenuo contaminado de la jerga comunitaria preguntó a un representante agrícola de Estados Unidos en la UE sobre cómo piensa fomentar la nueva ley agraria americana los circuitos cortos, el mercado local y el reverdecimiento de su agricultura: “Eso son chorradas, nosotros queremos producir y quien puede hacerlo es el agricultor tradicional. Ustedes tienen problemas con los ecologistas porque ustedes mismos les financian para que les critique. En EEUU no tenemos ese problema. En nuestra ley agraria también encontrarán muchas cosas bonitas, pero es para consumo de gente tonta”. Aunque la traducción es un poco libre, el diagnóstico de la situación queda bastante claro.

Para entender mejor su opinión, pongamos sobre la mesa dos datos: la agricultura siempre ha tenido un gran peso en los Estados Unidos, aunque hoy en día su importancia en la economía ya no es tan grande, ya que representa alrededor del 1% del PIB (en Castilla-La Mancha, la agricultura y la ganadería suponen el 7%). Sin embargo, este sector sigue ocupando un lugar importante en sus aspectos políticos y sociales. De hecho, el Departamento de Agricultura (United States Department of Agriculture-USDA) contó con un presupuesto para 2010 de 134.000 millones de dólares, sólo superado en presupuesto por los Departamentos de Defensa y de Salud y Servicios Sociales, según el Informe País 2011 elaborado por la Embajada de España en Washington DC.

Pero, siguiendo con las comparaciones, profundicemos un poco más... ¿Cuál es el papel de las Organizaciones Agrarias en ese país? Pues bien, debido a las peculiaridades del sistema político estadounidense, la sociedad civil está muy desarrollada, teniendo un papel muy importante en los procesos de diseño de políticas agrarias.

Por ello existen organizaciones sectoriales a nivel nacional y local, y que pueden ejercer gran influencia en la redacción de legislación o en la aplicación de la misma. Y, además de las organizaciones sectoriales que representan los intereses de ciertos sectores existen numerosos organismos denominados Think Thanks que realizan una actividad muy importante en la difusión de ideas de diversas tendencias y en la realización de estudios y actividades de todo tipo. 

Para Estados Unidos, las organizaciones son un motor importante de la sociedad civil que crea tendencias de opinión y permite un desarrollo intelectual importante dentro de la sociedad americana. Para España, y para Castilla-La Mancha en particular, todavía no hay una definición ni un tratamiento específico de las Organizaciones Agrarias. Quizá, en el siguiente Eurobarómetro encontremos la respuesta.



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