Por José María Fresneda, Secretario General de ASAJA CLM
Dice la Real Academia Española en su primera acepción que “patas arriba” es una locución adverbial coloquial para expresar que algo está al revés, o vuelto hacia arriba lo de abajo. Y en su segundo significado, también es una expresión utilizada para dar a entender el desconcierto o trastorno de algo. Y eso es precisamente lo que van a hacer los agricultores y ganaderos de la región el próximo 6 de abril: poner el campo patas arriba y dar a conocer las dificultades por las que atraviesan.
ASAJA de Castilla-La Mancha ha convocado movilizaciones en las cinco capitales de la región. Al unísono desfilarán agricultores, ganaderos, sus tractores y sus cosechadoras por todas las capitales de provincias. Porque han tocado fondo. Exigen medidas para terminar con la grave situación que está atravesando el campo castellano-manchego.
Y no terminará ahí. Si no lo conseguimos, seguimos. Será una movilización permanente hasta obtener resultados, pues no estamos pidiendo ningún imposible.
Los daños causados por la fauna silvestre, las limitaciones al sistema productivo, el funcionamiento de la cadena agroalimentaria y los bajos precios de los productos agrícolas y ganaderos, la falta de agua, el futuro de la PAC y la gestión de la administración, serán las principales cuestiones que recogerá la tabla reivindicativa.
Sobre la fauna silvestre, se deben declarar plagas y actuar en consecuencia para su erradicación. La superpoblación de animales de caza mayor y de conejos, no sólo provoca grandes pérdidas en las cosechas, sino que también es un gravísimo riesgo para la seguridad vial. El conejo además, cuenta con una normativa vigente que lo establece como especie cinegética de interés, lo que impide a los agentes actuar de forma contundente en la lucha contra lo que, sin lugar a dudas, es una plaga.
Al final, la política conservacionista está derivando en limitaciones en el sistema productivo, que bastante tiene ya con las propias limitaciones naturales, como los bajos rendimientos de los cultivos o la escasez de agua.
Precisamente el agua en España, más que un recurso natural, es un recurso político, pues se invierte mucho en hablar y poco en actuar. Desde ASAJA CLM ya hemos planteado en muchas ocasiones un plan de regadíos: 1.500 hm3, para 500.000 hectáreas en 20 años. Nadie nos lo cuestiona. Tampoco nos lo compran...
Sobre la cadena agroalimentaria, exigimos a las administraciones un mayor control de la trazabilidad, puesto que a pesar de los avances conseguidos en esta materia, el equilibrio todavía no se ha alcanzado, como queda demostrado en los precios de los productos agrarios, cereales y oleaginosas, y de los ganaderos, ovino, caprino y leche, que en la actualidad están por los suelos.
En cuanto al futuro de la PAC, será muy difícil mantener una posición fuerte en las negociaciones si carecemos de un modelo de política agraria. Nos enfrentamos a una reforma y a nuevos cambios en el panorama internacional, como el Brexit o el Tratado Transatlántico de Libre Comercio (TTIP), y ni si quiera sabemos cómo orientar a los nuevos jóvenes que se incorporan a la actividad. Necesitamos una apuesta clara y decidida por los verdaderos profesionales del campo, como por ejemplo, dirigiendo las ayudas a la mejora de infraestructuras, a ahorrar costes de producción o a aumentar la presencia del productor en la cadena agroalimentaria.
Por último, los agricultores y ganaderos han manifestado su descontento por la deficiente gestión en la Administración regional, de la que aseguran que no hay rigor en la información de la gestión de las ayudas, lo que provoca incertidumbre en los agricultores a la hora de saber cuándo van a disponer de sus ayudas. Los fondos públicos deben ser tratados como las nóminas del personal público. Nadie imagina que un trabajador público no cobre a final de mes por problemas de retrasos. Los agricultores y ganaderos deben ser tratados con la misma eficacia.
En definitiva, la tabla reivindicativa de estas movilizaciones y concentraciones plantea soluciones que abarcan al conjunto del sector. No hay ni un solo agricultor o ganadero de la región que no esté afectado por alguno de los puntos que recogen las reivindicaciones. Tampoco la sociedad civil está exenta. La seguridad vial, la escasez de agua o los precios y la trazabilidad de los alimentos son factores que nos atañen a todos. De ahí que hagamos un llamamiento, para que la sociedad castellano-manchega se sume a nuestros actos. No pedimos utopías, sólo garantías de futuro.