Reconocimiento Del impacto de la crisis de COVID-19 en todos los ciudadanos europeos;
Destacamos que nuestra prioridad inmediata compartida en esta emergencia de salud pública es la protección de la vida y la salud humanas ;
Destacamos el papel vital de los agricultores y del sector agroalimentario en general para mantener la seguridad alimentaria y el suministro de alimentos en Europa durante esta crisis, así como el marco esencial que ofrece la Política Agrícola Común (PAC) a este respecto, y la necesidad de una PAC fuerte en el futuro ;
Exhortar a todos los Estados Miembros a que trabajen juntos en un espíritu de solidaridad europea;
Tomar nota con preocupación de los impactos emergentes de la crisis de COVID-19 en los mercados del sector agroalimentario, que ya son significativos en el caso de algunos subsectores;
Consideran que los efectos a mediano y largo plazo podrían ser graves y duraderos para los agricultores europeos, la industria alimentaria y la economía rural ;
Acogemos con satisfacción la solidaridad demostrada en la respuesta europea hasta la fecha, en particular mediante el nuevo marco temporal de ayudas estatales, las directrices para la gestión de las fronteras y la libre circulación de trabajadores, y las dos etapas de la Iniciativa de inversión para la respuesta al virus de la corona, que incluye algunas flexibilidades en torno a la aplicación de los planes de la PAC ;
Considere que, no obstante, sigue siendo necesario que se activen urgentemente medidas adicionales adecuadas y responsables en el marco del PAC en este momento.
Por consiguiente, en nuestra calidad de Ministros de Agricultura, pedimos a la Comisión que facilite :
La aplicación de medidas en el marco del Reglamento de la Organización Común de Mercados (OCM) de la PAC, incluidas en particular las ayudas al almacenamiento privado, para apoyar a los sectores en los que se han evaluado perturbaciones importantes del mercado y repercusiones en los precios, así como la ayuda excepcional a los agricultores de los sectores más afectados en virtud de los artículos 219 y 221 del Reglamento de la OCM;
Examen y vigilancia continuos de todos los sectores durante el próximo período, con la disposición de introducir nuevas medidas de OCM según sea necesario;
La ampliación inmediata de nuevas flexibilidades a los Estados Miembros en el marco de los dos pilares de la PAC, incluso en relación con las fechas de pago más tempranas, tasas de anticipo más elevadas que las ya anunciadas, la activación de medidas específicas en el marco de los programas de desarrollo rural y la aplicación de controles sobre el terreno y controles administrativos, sin reducir la eficacia del sistema de control;
Una respuesta europea continuada, firme y coordinada, que demuestre a todos nuestros ciudadanos el papel fundamental que los agricultores europeos y el sector agroalimentario en general tienen que desempeñar en la respuesta a COVID-19, así como la importancia y la fortaleza de la PAC para apoyar la seguridad alimentaria, la protección del medio ambiente y las zonas rurales dinámicas en este momento crítico y en el futuro;
La preparación de las explotaciones agrícolas europeas para hacer frente a la crisis de COVID-19, así como a otros desafíos presentes y futuros, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.