Así pues, todos los importes de los pagos directos que superen la cantidad de 2.000 euros y deban concederse a los agricultores por las solicitudes de ayuda presentadas con respecto al año civil 2020 se reducirían aplicándoles ese porcentaje de ajuste,
En 2013 se acordó crear este fondo de reserva para situaciones excepcionales. Hasta ahora, el porcentaje había variado muy ligeramente cada año: en 2019 fue del 1,432635%, en 2018 un 1,411917%, en 2017 se estableció un 1,388149%, en 2016 un 1,353905%, o en 2015 un 1,393041%.
Tal como se indica en el preámbulo, este porcentaje de ajuste es parejo a las previsiones de financiación, y se eleva cuando “indiquen que se van a superar los límites máximos anuales aplicables”. Para ASAJA esta elevación del recorte aplicado a las PAC más profesionales “es preocupante, no solo porque retiene ya unos fondos importantes de los agricultores y ganaderos, sino porque marca una tendencia preocupante a restar financiación al sector primario que en un momento como el actual los profesionales no pueden asumir, con los mercados en crisis y la rentabilidad de las explotaciones bajo mínimos”. ASAJA pide al Gobierno español una defensa a ultranza de la agricultura y ganadería, “pero no basta con halagos y decir que somos un sector esencial, sino con un presupuesto sólido, en el que no pueden admitirse recortes ni retrocesos”.