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El presidente y el secretario general de ASAJA en Castilla-La Mancha, Fernando Villena y José María Fresneda, respectivamente, se han reunido con una representación del Grupo Popular en las Cortes regionales, encabezada por su portavoz, Carmen Riolobos, para analizar las propuestas de la Organización Agraria ante la reforma planteada por la Comisión Europea sobre la Política Agraria Comunitaria (PAC).
ASAJA de Castilla-La Mancha ha trasladado que el borrador se olvida del objetivo principal que debe perseguir la nueva PAC: una producción de alimentos sanos y en cantidad suficiente a fin de contribuir a la seguridad alimentaria, en el contexto del crecimiento de la demanda mundial, la crisis económica y la mayor inestabilidad del mercado.
Por otro lado, la Organización ha solicitado que no se permita el recorte de un solo euro de los fondos comunitarios porque los agricultores no tienen que pagar las consecuencias de una crisis que no han generado y ha planteado que, una vez asignado el sobre a España, habrá que acordar el reparto entre comunidades autónomas y también entre las explotaciones de cada región, con la complejidad que deriva de la gran variabilidad de rendimientos, cultivos y superficie sin derechos existente en algunas comunidades como Castilla-La Mancha. De ahí la importancia de una fuerte política agrícola nacional capaz de distribuir los recursos sin generar disputas y atendiendo a los intereses de las diferentes zonas.
En cuanto al componente verde, Villena y Fresneda han recordado que el agricultor y ganadero europeo es el profesional agrario que más controles y requisitos en materia medioambiental y de bienestar animal debe superar de todo el Planeta y, el cumplimiento de estos requisitos, que suponen costes adicionales de producción y la consiguiente pérdida de competitividad, solo puede contemplarse en el ámbito de medidas voluntarias y debidamente compensadas, nunca como medida obligatoria y punitiva.
En relación a las medidas de mercado, la Organización ha pedido que la nueva PAC incluya medidas específicas que ayuden a estabilizar los desequilibrios que hay en la cadena alimentaria, y propuestas respecto a la gestión del mercado, no sólo por la falta de nuevas medidas, sino también por la ausencia de mejoras en las tradicionales, como revisar los actuales precios de desencadenamiento automático en la intervención pública, teniendo en cuenta los costes medios de producción de cada uno de los cultivos a nivel europeo, y evitar situaciones de tanta tensión como la sufrida recientemente en España debido a los precios del aceite de oliva.
Además, han resaltado la importancia de un profundo cambio en la política comercial de la Unión Europea que permita la protección del mercado interior europeo (preferencia comunitaria) para permitir su regulación y estabilización.
Por último, en relación a la figura de agricultor activo, ASAJA insiste en que dicha definición debe ir unida a la de una agricultura activa y profesional, con una discriminación positiva hacia los titulares que ejerzan este tipo de agricultura.
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