La Organización Agraria pide un esfuerzo a las Administraciones para que defiendan firmemente las ayudas comunitarias
La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Castilla-La Mancha tacha de improperio la intención del Consejo Europeo de reducir cerca de un 6 por ciento las ayudas procedentes del primer pilar de la PAC para el período 2014-2020, porque lo considera un agravio para los productores europeos teniendo en cuenta que el presupuesto agrícola es la única garantía de renta con la que cuentan los agricultores.
Además de la propuesta presentada por el presidente del Consejo Europeo, Van Rompuy, habría que sumar la reducción ya planteada por la Comisión Europea en su propuesta oficial de la pasada primavera que imponía una disminución de entre el 9 y el 11 por ciento en el capítulo agrícola respecto al periodo actualmente en vigor.
Por ello, la Organización Agraria insta a la Administración a que tome una postura fuerte capaz de defender mañana en el Consejo de Ministros de Asuntos Generales y posteriormente en el encuentro de Jefes de Estado y de Gobierno que tendrá lugar los días 22 y 23 de noviembre, la necesidad de mantener un presupuesto agrícola suficiente para poder afrontar los numerosos retos de la agricultura y de la sociedad europea.
De hecho, el Ejecutivo español no debe conformarse con mantener el presupuesto dirigido al campo, sino que además debe defender que se aumente en correlación con las nuevas exigencias asumidas por los agricultores.
ASAJA de Castilla-La Mancha recuerda una vez más que la figura del productor debe hacer frente a nuevos desafíos como la seguridad alimentaria, el bienestar animal y la protección del medio ambiente, retos que se traducen en un aumento de los costes de producción. Además, gracias al trabajo de los profesionales del campo, los consumidores cuentan con productos en cantidad y calidad, se genera gran cantidad de empleo y se inyecta una importante liquidez al sistema financiero, clave para impulsar el país en los momentos que atraviesa.
De ahí la importancia de que la Política Agraria Comunitaria, la única política de la Unión Europea vigente desde hace más de 40 años, cuente con un presupuesto lo suficientemente fuerte, porque gracias al campo se impulsa la economía y se asegura la alimentación para toda la sociedad europea.