La Sectorial Vitivinícola de ASAJA de Castilla-La Mancha se reunió ayer en Tomelloso para analizar la actualidad del sector y hacer una primera estimación de cosecha para la próxima vendimia, que sitúa en torno a los 26 millones de hectólitros, lo que supone un 15 por ciento más que la campaña pasada, que se cerró con 23 millones de hectólitros de producción.
Esta cosecha se debe, principalmente, a la entrada en producción de nuevas hectáreas de viñedo, unido también a unas condiciones climáticas adecuadas que han favorecido el buen desarrollo de la uva con ausencia de enfermedades, aunque la climatología de los próximos meses será crucial para determinar la producción final de vino y mosto en Castilla-La Mancha.
La Organización, no obstante, ha matizado que esta estimación de cosecha no será igual en toda la región porque en las zonas de mayor influencia de secano o en aquellas que ha habido corrimiento del fruto la producción será similar a la del año pasado.
La Sectorial constató, así mismo, que las existencias de vino en las cooperativas y bodegas de la región son prácticamente nulas, cifrándose en torno a un 15 por ciento las que pudiera haber pero que, en su mayoría están comprometidas y pendientes de retirada, lo que pone de manifiesto el buen ritmo de salida del vino al mercado tanto nacional como a través de las exportaciones.
En este sentido, y de cara a la próxima vendimia, la Sectorial volvió a insistir en que se diferencie el pago de la uva por calidad, mostrándose convencida de que este sistema aportará un valor añadido a aquellos viticultores que tienen sus miras puestas en la demanda de los consumidores.
Y en relación a la calidad, la Sectorial valoró la posibilidad de que se incrementen hasta el 15 por ciento las prestaciones vínicas, una demanda que será trasladada al consejero de Agricultura.
Las autorizaciones de nuevas plantaciones de viñedo fue otro tema analizado por la Sectorial Vitivinícola que, según los datos aportados por la Administración, han ascendido a 1.718 hectáreas de las que 122 hectáreas corresponden a jóvenes agricultores que se incorporan ahora al sector vitivinícola.
Asimismo, la Sectorial Vitivinícola estudió la propuesta de medidas y regulación de usos incluida en los planes de gestión de las zonas ZEPAS de aves esteparias mostrando su preocupación por cómo afectarán a las plantaciones de viñedo, acordándose que desde la Organización se rechacen algunas de las medidas previstas, como la prohibición de plantar viña en espaldera, por cuanto suponen expulsar de la viticultura a pueblos tradicionalmente vitícolas frenando su desarrollo y condenándolos al abandono de la población.
Asimismo, la Sectorial Vitivinícola valoró los trabajos que se están desarrollando en el seno de la Fundación “Castilla-La Mancha Tierra de Viñedos” para convertir a esta entidad en un referente capaz de aglutinar a todo el sector y desarrollar una labor en defensa de la viticultura de nuestra región.