- Lamenta que el agricultor no reciba el precio que cubran los costes de producción.
La organización agraria ASAJA Cuenca ha lamentado que a los representantes de los que compran girasol no les importe ni los agricultores que generan el producto en el que se basa su actividad industrial, ni tampoco el cumplimiento de la ley de la cadena alimentaria.
La organización agraria responde a las críticas que la Asociación Nacional de Empresas para el Fomento de las Oleaginosas y su Extracción (AFOEX) ha realizado hacia ASAJA por denunciar la situación de los bajos precios del girasol.
ASAJA Cuenca califica de “decepcionante” que la respuesta de los industriales haya sido la de lanzar acusaciones contra quien defiende al primer eslabón de la cadena, el agricultor, e insinuar de forma malintencionada que las declaraciones realizadas por los dirigentes de ASAJA pueden ser objeto de sanciones económicas, cuando están ofreciendo datos contrastados en el mercado.
La organización agraria lamenta que esta asociación, que teóricamente vela por el “fomento” de las oleaginosas, no se esfuerce para que sus asociados, que compran directamente a los agricultores, hagan contratos con referencia a los costes, tal y como establece la Ley de la Cadena Alimentaria.
“Ellos están actuando al margen de la Ley, compran sin contrato, no respetan los costes de producción y se aprovechan de los agricultores”, añaden desde la organización, que pone como ejemplo lo ocurrido estos días con la amenaza de lluvias, “cuando los agricultores que acaban de cosechar y tienen las pipas en sus eras han tenido que llamar a los que les compran el girasol para que vinieran a recogerlo para que no se les estropeara. Están en sus manos y se aprovechan de ello”, señala el presidente de ASAJA Cuenca, José María Fresneda.
El agricultor se ve forzado, en ocasiones, a entregar la mercancía a estos operadores en puntos de recogida de su red comercial sin referencia de precios y sin contratos, y sin que se cubra el coste de producción.
Para ASAJA “el fomento de las oleaginosas requiere de un compromiso con el campo español, fortaleciendo la producción, manteniendo la superficie y comercializando, preferentemente, la producción española”.
Añade que como organización agraria cuya naturaleza es la defensa de los intereses de los agricultores y ganaderos, es absolutamente libre de dar a conocer su postura e iniciar cualquier tipo de campaña en favor de los productos españoles
Insta a la Asociación de Empresas a que cumplan la normativa del etiquetado para el consumidor sepa exactamente de dónde es el producto que adquiere para que cuando compre lo haga con todas las garantías e información.
Recordar que las declaraciones de AFOEX vienen motivadas a raíz de la campaña informativa que ha venido realizando ASAJA denunciando la gravísima situación que está viviendo el cultivo del girasol en nuestro país, con precios que no cubren los gastos de producción y ponen en riesgo la rentabilidad de las explotaciones. Además, el sector sufre la seria amenaza de la importación de pipa de girasol procedente de países que utilizan productos prohibidos en la Unión Europea, así como de otros aceites como el de palma, que se produce en países asiáticos que sustituyen bosques y selvas por estas plantaciones.
El secretario general de la organización agraria en CLM, José María Fresneda, abogaba por la unión de los agricultores y los consumidores para exigir que todos los productos que hay en los supermercados tengan su trazabilidad hecha, “que sepamos dónde se produce, no sólo dónde se envasa. Y así podremos decidir lo que queremos comprar”.
Fresneda recordaba hace unos días que “en la cadena agroalimentaria todos cuadran sus números, tanto los almacenistas como las cooperativas, industrias extractoras…, “todos menos el agricultor, que entrega su producción a resultas, sin contrato, y a expensas de que el comprador le pague en función del resultado de su gestión”.