- La organización agraria asegura que, a punto de empezar las campañas de la región, la Administración no aclara las dudas sobre la contratación de trabajadores y pide una reunión urgente.
ASAJA Castilla-La Mancha ha rechazado la Reforma Laboral porque no cumple con las expectativas del sector agrario al no contemplar la casuística de las campañas agrícolas.
La organización agraria ha explicado que en las próximas semanas comenzarán las campañas agrarias en la región, empezando por ajo, cebolla, melón y sandía y, posteriormente, la vendimia y la aceituna, y la Administración aún no ha aclarado qué contratos serán los válidos para el sector.
Por un lado, el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, tal y como recogía La Tribuna de Toledo el pasado 25 de abril, declaraba que «la reforma laboral fue hecha con la vista puesta en el campo», ya que «el campo fue desde el inicio una de las preocupaciones del Gobierno a la hora de negociar la reforma». En este sentido, apuntaba que hay una fórmula de trabajos ocasionales de 90 días con la que «gran parte de las campañas agrícolas encuentran una cobertura adecuada a través de este instrumento», refiriéndose al contrato de trabajo de duración determinada.
Y, por otro lado, en las distintas reuniones que ASAJA ha mantenido con los departamentos laborales de la Administración, algunos responsables indicaban que, tal y como viene redactado en el Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, debe establecerse el contrato fijo-discontinuo.
Por ello, la organización agraria ha remitido un escrito a la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, y al Delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, solicitando una reunión urgente en la que participen tanto el Gobierno regional como el nacional y aclaren las dudas existentes, así como otros aspectos de la normativa que dan lugar a varias interpretaciones.
Para ASAJA CLM el principal problema de la reforma es que no ha contemplado las características del sector agrario y no se ajusta a las necesidades reales de empleo en el campo, donde la eventualidad es una característica intrínseca al mismo, y que además derivará en un mayor coste para los empresarios agrarios.
Por ello, la organización agraria ha reivindicado que el contrato de duración determinada incluya explícitamente las campañas agrícolas. Igualmente, ha exigido que las Administraciones confirmen que este contrato es válido para las campañas más importantes de la región, como el viñedo y el olivar, ya que afecta a más de 50.000 trabajadores eventuales en la región que no pueden quedar fuera de la realidad, ha concluido.