- El presidente de la organización agraria plantea que el modelo productivo ha fracasado y que es momento de un cambio radical en esta nueva etapa que comenzamos.
ASAJA Castilla-La Mancha ha asegurado que las ayudas por la sequía que tienen previsto publicarse mañana en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha dejarán fuera a muchos agricultores. Así lo ha manifestado el presidente de ASAJA CLM, José María Fresneda, durante la rueda de prensa ofrecida esta mañana en Toledo.
Fresneda ha señalado que, según las órdenes que se publicarán mañana, “no todos los agricultores afectados por la sequía podrán beneficiarse de la ayuda, ya que no se trata de una ayuda específica, sino que vendrá canalizada a través de las indemnizaciones en zona de montaña y zonas con limitaciones naturales, las anteriormente denominadas zonas desfavorecidas. Se quedan fuera comunidades de bienes y sociedades”.
Tampoco los productores podrán beneficiarse íntegramente de las primas anunciadas por la consejería de Agricultura en los últimos días, que establecía el importe de la ayuda para zonas de montaña en 105 €/ha y de 100 €/ha para las zonas con limitaciones naturales. Según ha explicado ASAJA CLM, “las ayudas tendrán un coeficiente reductor, es decir, sólo las primeras 5 hectáreas cobrarán el importe íntegro de la ayuda; de 5 a 25 hectáreas percibirán un 75%; de 25 a 50 hectáreas, un 50%; de 50 a 80 hectáreas, un 25 % y, a partir de 80 hectáreas, no se percibirá ninguna ayuda. Por tanto, el crédito disponible es totalmente insuficiente para paliar los efectos de la sequía”.
Fresneda ha indicado que, además, la concesión de estas ayudas queda condicionada a la aprobación de la modificación del Programa de Desarrollo Rural (PDR) 2014-2022 por parte de la Comisión Europea. Por ello, “lamentamos profundamente que se hayan anunciado unas ayudas cuando lo único que se ha tramitado es la petición de modificación del PDR y que, hasta que no se apruebe, no se podrán resolver ni notificar las resoluciones de concesión de estas ayudas”.
ASAJA CLM ha explicado que para paliar las consecuencias de la sequía se requiere una aportación extraordinaria al margen del PDR, “y no mover fondos que ya estaban asignados a esta región de un lado a otro, incluso, de líneas productivas”.
También está pendiente el paquete de medidas urgentes con un presupuesto de 636 M€ para ayudas directas adoptado por el Gobierno nacional. Una vez disueltas las Cortes, la Diputación Permanente deberá convalidar el decreto ley, antes de transcurrir los treinta días siguientes a su promulgación.
Por último, Fresneda, que ha estado acompañado de la vicepresidenta de la organización, Blanca Corroto, ha informado que la semana que viene tiene previsto reunirse el Comité Ejecutivo de ASAJA CLM para fijar las líneas de actuación, pues “necesitamos un cambio radical en el Gobierno regional, el modelo productivo ha fracasado y hay que cambiarlo. Terminamos una etapa marcada por una pandemia y una guerra que han dejado en evidencia las políticas aplicadas, hay que mirar más de lleno por la rentabilidad de las explotaciones, por lo que ahora sólo nos queda trabajar para cambiarlo”.
LAS LLUVIAS NO PALÍAN LA SEQUÍA
Los cereales y las leguminosas de secano ya están perdidas. El 90% de la producción ya no se cosechará. Según el análisis de los técnicos de la organización, hay zonas que han perdido el 100% y otras, como las de las siembras más tardías en la provincia de Guadalajara, que mejoran algo las expectativas. También mejora la previsión del regadío, sobre todo, en lo que concierne al ahorro energético y, por tanto, a los costes de producción.
La mejor parte se la llevan los cultivos leñosos, como el olivar y el viñedo, y los frutos secos, como el almendro y el pistacho. El agua caída ofrece garantías para el desarrollo del fruto que ya había cuajado. La parte preocupante, es que el exceso de humedad en estos momentos, puede provocar enfermedades como el mildiu, el oídio o la marchitez fisiológica en el viñedo.
El exceso de agua y las tormentas en zonas puntuales también ha ocasionado daños en cultivos como el melón en Argamasilla de Alba, o el ajo, en las zonas productoras de la región. Si el cultivo ya estaba sacado de la tierra y se ha mojado, puede perder calidad. Y, los ajos que aún están enterrados, corren el riesgo de padecer alguna enfermedad. Los técnicos ya apuntan a un 90% de pérdidas en este cultivo.
Por último, en cuanto a la campaña de oleaginosas, las lluvias están dificultando la siembra de girasol, que ya había comenzado paulatinamente en diversos puntos.
En relación a la ganadería, la lluvia está asegurando agua en las fincas para dar de beber a los animales. Sin embargo, es poco probable que los pastos florezcan ya por estas fechas.
Como consecuencia de la sequía, no hay suficiente paja ni ensilados para abastecer a los animales. Así pues, los ganaderos tendrán que gastar más en forrajes y piensos.
Por lo tanto, a los gastos habituales de energías, cuyos precios están desorbitados, y los generados por la propia finca (arrendamientos, préstamos por adquisición, impuestos…) habrá que añadir los sobrecostes de alimentación derivados de la sequía.
Por último, la organización agraria ha señalado que también hay que contar que, este año, debido as la viruela ovina y caprina, este sector ha sufrido las consecuencias, ya sea por el sacrificio de animales o por la inmovilización de los mismos. Entre ellas, ha señalado, las pérdidas por la pérdida de producción o el desequilibrio en los mercados, generando momentos de preocupación por los precios y por las prácticas irregulares y abusivas por parte de algunos compradores de corderos.