ENTREVISTA AGROCLM. José María Fresneda (ASAJA CLM)
- ASAJA Castilla-La Mancha ha anunciado que próximamente retomará las movilizaciones aplazadas en marzo de 2020 a causa del COVID-19. Agroclm ahonda con su secretario general, el conquense José María Fresneda, en los motivos de estas reivindicaciones “más necesarias que nunca”, según afirma el representante agrario. Además, hace un repaso a temas básicos para el sector agrario y ganadero, como el agua y sus usos, la situación del sector vitivinícola, el relevo generacional en el campo, la despoblación…
¿Tiene solución el agua en Castilla-La Mancha?
El agua sí, las que no tienen solución son las personas que están al frente de la administración del agua. Ahora mismo hay un modelo de criminalizar al agricultor permanentemente y lo están permitiendo y frotándose las manos todos los que están al frente y con responsabilidades, muchas o pocas, en materia de agua. lo que les viene bien es que los agricultores se enfrenten y que haya denuncias y problemas entre agricultores.
A mí me gustaría que dejaran en paz a los que lo tienen todo absolutamente legal y que sobre ellos no pendiera absolutamente ninguna presión y, por supuesto, ninguna rebaja de agua de dotaciones de riego, ellos no tienen por qué sufrir las consecuencias. A un agricultor que tiene un caudalímetro, que riega lo estipulado, no le pueden reducir las dotaciones alegando que el acuífero baja o sube de nivel. Y a un joven que se quiere incorporar tampoco le puede faltar agua para dedicarse al campo. Y a las personas que en su día tenían adjudicado un derecho en materia de leñosos, las llamadas explotaciones prioritarias, hay que resolverles el problema que arrastran desde el año 2008.
Además, hay que entender a los que de forma desesperada han tenido que acudir a un riego de supervivencia por falta de ordenamiento de las administraciones.
Todos estos no se pueden mezclar para nada con los de los imanes, con los que esquilman de verdad el acuífero. Para esos hay que trazar raya roja.
La administración nacional no es capaz de resolver el tema del agua, por ello nosotros tenemos que ser capaces, y si hacemos una movilización en materia de agua sabemos que día empieza, pero no cuándo termina.
Y la administración regional, dentro de sus competencias que haga lo que tenga que hacer, pero que no estorbe en las tomas de decisiones.
¿Cree en el Plan Hidrológico Nacional?
El PHN es una entelequia. Para arreglar el tema del agua lo que está claro es que no tenemos que pedir favores ni a las confederaciones, ni a los partidos políticos ni al Gobierno. Tenemos que forzar una decisión que nos venga bien a todo el mundo sin que abusen los que están abusando del agua. Sin que abusen de la voluntad de los agricultores los que están abusando del agua, que son muchos.
¿Qué opina de la Tubería Manchega?
Le pediría a todos los que están hablando de la Tubería Manchega que no la mencionen más, se ha escrito más que horas de trabajo se han empleado en ella. Y lo que hace falta es que se comience a trabajar para que el agua llegue y arreglar los problemas de la gente que lo necesita, especialmente, de los cultivos sociales y de los leñosos.
¿Por qué no se acaban de incorporar los jóvenes al campo?
Porque la administración solo se compromete con unos cuantos euros y el agricultor joven no se puede comprometer con un proyecto empresarial dentro de esa explotación porque le faltan las garantías que le faltan a cualquier agricultor: agua, precios, estructuras, etc.
Y se inician unos cuantos con mucha ilusión y otros porque el padre lo ha liado para que reciba la subvención. Y en la Consejería de Agricultura son felices porque mandan mil cartas diciendo que les han aprobado la ayuda. Pero ¿por qué no van luego a los cinco o seis años a preguntarles cómo les ha ido?
Yo no puedo negar que en el sector agrario hay impunidad, pero los principales avalistas de esa impunidad son las administraciones, que permiten que haya fraude en el vino o que los agricultores no puedan continuar con su actividad. Ellos permiten que pase lo que está pasando con el agua o que los agricultores no tengan precios porque la cadena alimentaria no es la adecuada. Ellos permiten que haya demasiados conservacionistas que no saben lo que es el campo y que le están poniendo trabas al sistema productivo.
¿Le preocupa la despoblación?
La Junta de Comunidades ha elaborado un estudio extraordinario sobre la despoblación, que plantea que la principal necesidad es la agricultura. Y es que un agricultor que se quiera incorporar, si le han quitado el médico, y los servicios y todo y vive a 20 kilómetros de una capital, automáticamente se va a la ciudad.
Creo sinceramente que la Vicepresidencia del Gobierno de Castilla-La Mancha tiene muy buena voluntad en este asunto, pero creo que hace falta más. Valoró muy positivamente el esfuerzo que está haciendo José Luis Martínez Guijarro en materia de despoblación.
¿Cuál es la situación real de la uva y del vino de Castilla-La Mancha?
Hay que empezar por diferenciar entre uva y vino. Los agricultores descargan sus uvas a bodegas y cooperativas, y a partir de ahí son otros los que se encargan de que el producto llegue al consumidor. Por tanto, yo no me tengo que reunir para hablar del vino, porque es como si me reúno para hablar del corcho de la botella. Hay que hablar de la uva.
A nosotros nos han acostumbrado a hacer unas explotaciones modernas, con mucha inversión, con una reestructuración de viñedo espectacular… Pero si llego a la bodega y no tengo un precio rentable, o ni siquiera se tiene en cuenta el coste de producción…
Preguntas a muchas cooperativas y responden que lo tienen vendido todo, o el 70 por ciento, pero ¿cómo han liquidado?
No todas las cooperativas son iguales. Hay dirigentes de cooperativas que entienden perfectamente lo del precio y lo de la venta a resultas y quieren que trabajemos juntos para buscar soluciones, son a los que les importan los agricultores.
¿Se puede vivir del campo a día de hoy?
La agricultura tiene futuro, pero hay que trabajar por cambiar muchas cosas. Es viable cuando desaparezcan todos los negacionistas del sector, todos los que ponen una pega a la hora de tomar una iniciativa valiente para mejorar su explotación, y ahora mismo la mejor iniciativa para mejorar su explotación es movilizarse contra todo lo que nos está perjudicando. Contra todo lo que no tiene precio; contra todo lo que genera un enfrentamiento con el agua; contra una incorporación de jóvenes que no tiene futuro… Tenemos que juntarnos para acabar con todo eso.
¿Cuál es la relación con la administración regional?
Si a alguien le hemos dado la gorra de ASAJA ha sido al consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, con la agricultura ecológica, con el agua, con el vino… una y otra vez y estamos dispuestos a hacerlo cuantas veces lo necesite.
Hemos conseguido lo que no ha conseguido ninguna organización, que los partidos políticos aprueben una resolución en las Cortes regionales a favor de la agricultura.
Al consejero le digo que no busque enemigos donde no los hay. Nosotros lo que queremos es trabajar con la Consejería y así lo estamos haciendo.
En el campo sobran ideologías y planteamientos ideológicos, es el momento de estar unidos y no enfrentados. Es el momento de trabajar en infraestructuras, en estrategias, en herramientas, en inversiones, en definitiva, en el futuro del sector.
¿Cómo van a plantear las movilizaciones anunciadas?
Ya hay previstas movilizaciones, encierros, entrevistas y reuniones con colectivos sociales, políticos y económicos, a los que ya nos hemos dirigido. Lo que más nos preocupa es que la sociedad entienda qué les pasa a esas personas que trabajan para que no les falte el alimento en su casa. Solo queremos eso y que sepan lo que, bajo nuestro humilde punto de vista, tiene la responsabilidad de que las cosas no mejoren.
¿Estas acciones tienen plazo?
Esa pregunta hay que hacérsela al gobierno. El plazo lo ponen ellos, gobierno central y autonómico. Y estamos dispuestos a negociar, a la interlocución, pero no a que nadie utilice políticamente lo que estamos haciendo, ni a favor ni en contra. Ahora, si los partidos políticos entienden que lo que estamos haciendo es lo correcto y todos ellos tienen la tabla reivindicativa, que actúen.
Estas acciones reivindicativas se aplazaron por el COVID, en un ejercicio de responsabilidad que también estamos haciendo todo este año. Pero la tabla reivindicativa, que hoy es más exigente que la de entonces, es ni más ni menos porque hemos recogido la información que nos dan agricultores y ganaderos y la situación está peor.
¿Por dónde pasa el asociacionismo agrario?
Ahora mismo se trata de insuflar mucha ilusión a todos los agricultores y ganaderos, sean mayores o jóvenes, da igual. Se trata de llevarles la ilusión que otros les quitan.
A veces nosotros nos hemos relajado un poco. Yo conozco bien esta tierra y aquí hay muchísimos líderes en los territorios que hay que decirles que sirven para encabezar a cualquier nivel la organización.
Las organizaciones agrarias a veces tienen que estar en los despachos, pero siembre deben estar a pie de campo, con los agricultores y ganaderos.
Esta organización es y debe seguir siendo de los agricultores profesionales que pagan una cuota y no tenemos que permitir que influya nadie en sus actuaciones: ni de la política, de la industria, ni de los gobiernos… No podemos permitirlo porque es mucha gente la que hay en ASAJA y los que están desilusionados es que tienen razón. Desilusionados con la organización hay muchos, porque le hemos dado a veces prioridad a gente no se le tenía que haber dado. No se puede dar carta de valor a los que hace de la impunidad su vida. Hay muy pocos, pero ojo el ruido que hacen.
El asociacionismo agrario tiene presente y futuro, pero debe ser transparente, hay que ganarse la confianza del agricultor y el ganadero.