El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha afirmado este miércoles que durante 2016 su Consejería denunció ante la Fiscalía a 10 bodegas de la región por añadir azúcar al vino con el objetivo de aumentar la graduación (chaptalización). Martínez Arroyo ya indicado que este año la campaña de control se ha intensificado de cara a controlar esta práctica ilegal.
El consejero se ha mostrado muy firme al afirmar que “hay que expulsar del sector a los que hacen las cosas mal”.
Con la vendimia prácticamente finalizada, Martínez Arroyo ha señalado que se siguen captando muestras en diferentes industrias tanto de vino como de mosto y alcohol de uso de boca para su posterior análisis.
Por último, ha lanzado un mensaje de tranquilidad al sector, afirmando que se han detectado casos puntuales que ya han sido comunicados a la Fiscalía para que actúe.
Cabe recordar que ASAJA Castilla-La Mancha demandó hace unas semanas a la Consejería que intensificara los controles y el seguimiento de la trazabilidad en el sector vitivinícola ante la sospecha de posibles prácticas irregulares.